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Jefe de empresa alemana se queja de las disposiciones sobre el desplazamiento

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La Directiva 96/71/CE relativa al desplazamiento de trabajadores es una barrera no solo para las empresas de los nuevos países de la UE. Un productor alemán de instalaciones de gas se queja de los costos adicionales y las barreras administrativas resultantes de las regulaciones de desplazamiento de la UE.

Denis Radtke, un miembro del Parlamento Europeo, delegado del partido CDU en el área del Ruhr, visitó la compañía LT GASETECHNIK. Durante la conversación, en la que también participó Holger Kunz, director de la Asociación Alemana de Fabricantes de Máquinas y Equipos (VDMA), el eurodiputado se enteró de que las regulaciones sobre el desplazamiento de trabajadores en vigor en la Unión Europea eran muy onerosas para el productor.

Lo que LT GASETECHNIK experimentó en relación con la Directiva 96/71/CE es principalmente los altos gastos administrativos y costos adicionales. A modo de ejemplo, el fabricante dice que desplazó unos trabajadores a Luxemburgo, donde los envió para ensamblar instalaciones o prestar servicios. Esta actividad resultó en un aumento del 30% en los costos. Y no era una cuestión de salarios más altos para los empleados, sino más burocracia.

Radtke, como se lee en la declaración de LT GASETECHNIK, entendió bien el problema de la industria de maquinaria alemana y anunció que presentaría una solicitud a la Comisión Europea. Esto también es un estímulo para que la VDMA atraiga la atención de los políticos sobre las consecuencias administrativas de la directiva y la necesidad de adaptar sus disposiciones a la realidad del mercado para que las empresas alemanas puedan cumplirlas.

Comentario de la redacción:

El ejemplo del fabricante alemán muestra claramente que la directiva sobre el desplazamiento de trabajadores crea muchos problemas para las empresas de toda la Unión, no solo de Europa Central y del Este. La burocracia adicional implica costos adicionales, y estos reducen la rentabilidad y la competitividad de la empresa. Aunque, en teoría, las disposiciones sobre el desplazamiento eran para mejorar las condiciones de trabajo de los empleados, en realidad podrán llevar a su deterioro o incluso a la reducción de puestos si las actividades comerciales dejan de ser rentables para los empresarios a causa de las barreras administrativas.

Si las regulaciones sobre el desplazamiento actualmente obstaculizan el funcionamiento de las empresas de producción, ¿qué pasará con el transporte después de la entrada en vigor de las nuevas regulaciones que actualmente están preparando los políticos de Bruselas? Un productor de Alemania lamenta los costos adicionales que resultan de los gastos administrativos adicionales al enviar empleados a trabajar en el territorio de un país específico (a dicho Luxemburgo). En este caso, ¿cómo se queda el transportista, cuyo conductor realiza una ruta que cruza las fronteras de varios países, en la maraña de regulaciones de cada país? ¿En cuánto aumentarán sus costos? Sólo queda tener esperanza que los políticos occidentales se reflejen antes de que el Paquete de Movilidad se combine con las nuevas regulaciones de desplazamiento. 

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