Ambas entidades denuncian que la no actualización de esas bases según la inflación conlleva un empobrecimiento progresivo de las futuras pensiones de jubilación o prestaciones por invalidez.
Muchos profesionales planificaron su vida laboral hace más de una década en base a ese sistema, y ahora verán cómo sus rentas se ven fuertemente mermadas”, advierten.
Por ello, instan al Ejecutivo a que aproveche la actualización del nuevo régimen de cotización –prevista antes de finalizar el año– para corregir este desfase y garantizar que las prestaciones se actualicen anualmente conforme al IPC.
Un régimen excepcional que se convierte en castigo
Fenadismer y Fetransa recuerdan que el régimen transitorio permitía a ciertos autónomos conservar su base de cotización anterior por considerarla más favorable que la resultante del nuevo sistema, basado en los rendimientos netos. Sin embargo, esa excepción se ha convertido en un problema.
La normativa introdujo una trampa no advertida en su momento: esas bases no se revalorizan con la inflación, lo que supone en la práctica una congelación indefinida durante los nueve años del periodo transitorio”, denuncian las organizaciones. Según sus cálculos, esto podría traducirse en una pérdida de más del 30% en las contraprestaciones futuras.
Negociaciones en marcha
Las dos patronales aseguran que han intensificado las negociaciones con el Gobierno y distintos grupos parlamentarios para corregir lo que consideran uno de los errores más graves de la reforma. El objetivo: garantizar un trato justo a los transportistas autónomos y a otros colectivos afectados que, en su momento, optaron por mantener una base de cotización más alta.
El nuevo sistema no puede penalizar a quienes, de forma legítima, planificaron su cotización pensando en su protección social futura”, concluyen.