Con la entrada en vigor del nuevo sistema de cotización por ingresos reales el 1 de enero de 2023 (Real Decreto-ley 13/2022), los autónomos deben elegir su base de cotización dentro de uno de los doce tramos establecidos, en función de sus ingresos mensuales.
Al finalizar el año, se realiza una regularización: si el autónomo ha cotizado por encima o por debajo de lo que le correspondía, se ajusta la diferencia. La primera regularización, correspondiente a 2023, no generó grandes discrepancias, lo que sugiere que muchos profesionales han recurrido a gestores para evitar sorpresas.
Sin embargo, según advierte Fenadismer, la realidad es otra:
La mayoría de los autónomos no saben lo que están pagando ni lo que se les viene encima.”
De 200 a 1.300 euros: el precio de trabajar por cuenta propia
Actualmente, los autónomos pagan una cuota del 31,4 % sobre su base de cotización. Los que se encuentran en el tramo más bajo —con ingresos por debajo del SMI— pagan una cuota fija de 200 euros al mes. Pero quienes se sitúan en los tramos superiores pueden alcanzar cuotas de hasta 1.300 euros mensuales.
Esto supone un esfuerzo importante, especialmente en sectores como el transporte, donde los ingresos pueden variar considerablemente mes a mes.
¿Qué ocurrirá a partir de 2026?
El actual sistema de tramos tiene fecha de caducidad: dejará de estar en vigor el 31 de diciembre de 2025. A partir de 2026, está previsto que el sistema evolucione hacia una cotización estrictamente proporcional a los ingresos reales, eliminando la posibilidad de elegir una base mínima o máxima.
Fenadismer lo resume con claridad:
A partir de 2026, si un autónomo gana 3.190 euros al mes, pagará sí o sí 1.001,66 euros, sin margen de elección.”
También se contempla la creación de más tramos para evitar los saltos bruscos entre niveles, una de las principales críticas al sistema actual.
Más cotización, ¿mismos derechos?
El periodo transitorio finalizará en 2029. Hasta entonces, el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social deberá acordar con los agentes sociales cómo quedará el modelo definitivo.
Pero el malestar en el sector sigue creciendo. La crítica no se centra únicamente en el aumento de las cuotas, sino en la falta de contrapartidas. Como recalca Fenadismer:
Si los autónomos van a pagar lo mismo que un trabajador por cuenta ajena, deberían tener los mismos derechos y coberturas. Hoy, eso no ocurre.”