El problema de las sanciones impuestas a los transportistas para el transporte de inmigrantes ilegales en el Reino Unido vuelve como un boomerang. Los inocentes transportistas acaban pagando altas multas cuando las autoridades aduaneras descubren que hay inmigrantes ilegales a bordo.
Los guardias fronterizos británicos pueden imponer una multa de hasta 2.000 libras por cada inmigrante ilegal detectado por conductor, empleador o propietario de vehículo. La falta de pago puede ocasionar que el vehículo sea detenido y, en consecuencia, también vendido, a fin de asegurar los fondos necesarios para cubrir la multa. Es posible recurrir dentro de los 28 días posteriores a la emisión de la decisión.
La solución para evitar el castigo es la posibilidad de obtenerse la Acreditación de la Border Force
Para obtener dicho certificado, se deben implementar procedimientos especiales para proteger la intrusión de inmigrantes ilegales. Sobre la base de las directrices de la Border Force, debe desarrollarse normas de conducta y debe tomarse medidas para limitar el acceso de personas no autorizadas. Una necesidad adicional es capacitar a los empleados con los procedimientos utilizados. La tarea de la empresa es demostrar la efectividad y la continuidad en la aplicación de las medidas de seguridad.
Mayor credibilidad de los operadores en el mercado británico
Recibir un certificado que confirme la Acreditación de la Border Force es una confirmación de un alto nivel de seguridad de la compañía, lo que hace la compañía más creíble en el mercado británico. Gracias a esta solución durante la inspección, si se encuentra un inmigrante ilegal en el vehículo, no se le cobrará a la compañía una multa o se lo tratará con mucha más delicadeza. El programa de acreditación está disponible para todas los transportistas que transportan entre Europa continental y el Reino Unido, independientemente de su tamaño o país de origen.
Con el fin de evitar el estrés y la sensación de injusticia asociada a las sanciones impuestas, vale la pena aplicar las herramientas descritas en el artículo y otras requeridas por la ley antes mismo de la inspección en el puerto de Calais. Gracias al comportamiento preventivo y la diligencia debida, el transportista puede evitar la decisión desfavorable para la empresa, en lugar de pensar en cómo cancelar la multa ya impuesta.
Fot. Wikipedia/Nicolas Pinault