El estudio, presentado en la edición 737 del Sunday Spotlight, modeló el impacto potencial en el transporte marítimo mundial de contenedores si las navieras reanudan el uso del Canal de Suez tras meses de desviar barcos alrededor de África debido a ataques en el Mar Rojo. Aunque Sea-Intelligence enfatizó que el escenario de reapertura sigue siendo hipotético, dado que los hutíes aún no han confirmado un acuerdo de paz, los hallazgos ilustran la escala de los cambios operativos que seguirían a un regreso a la ruta del Suez.
Según el análisis, aproximadamente 2,1 millones de TEU de capacidad nominal, o 6,5% de la flota mundial de contenedores, está actualmente absorbida en los viajes más largos alrededor del Cabo de Buena Esperanza. Los servicios entre Asia y Europa, así como entre Asia y la costa este de EE. UU., requieren aproximadamente cuatro buques adicionales por cada rotación durante la desviación. Un retorno al Canal de Suez liberaría inmediatamente esa capacidad, acortando los tiempos de viaje y liberando barcos para su redistribución.
Aumento esperado en los volúmenes de puertos europeos
Los modelos de Sea-Intelligence muestran que si las navieras cambiaran instantáneamente de nuevo a la ruta del Suez, la llegada repentina de carga retrasada podría duplicar las llegadas desde Asia por dos semanas, lo que resultaría en un aumento del 39 proc. en los volúmenes de las terminales europeas en comparación con el récord anterior en marzo de 2025.
Incluso un retorno más controlado en ocho semanas aún conduciría a un aumento del 10% por encima de los picos históricos, añade el informe. Dado que el aumento anterior ya causó una congestión significativa en los principales puertos, Sea-Intelligence advierte que una reanudación no gestionada de los tránsitos por el Suez podría desbordar nuevamente las terminales portuarias, las áreas de almacenamiento y las redes del hinterland.
Volatilidad y período de ajuste por delante
A nivel mundial, la reintroducción de los tránsitos por el Suez tendría un efecto estabilizador en la oferta de buques, pero también podría desencadenar volatilidad a corto plazo en las tarifas de flete a medida que la capacidad regresa más rápido de lo que la demanda se ajusta. Sea-Intelligence señala que el período de transición probablemente implicaría perturbaciones en los horarios, realineaciones de líneas y reubicación de contenedores vacíos.
Alan Murphy, CEO de Sea-Intelligence, enfatizó que el análisis no es una predicción del momento, sino un escenario cuantitativo diseñado para resaltar los riesgos operativos. La firma concluye que un regreso escalonado y coordinado reduciría la presión sobre la infraestructura europea, pero no podría eliminar completamente los riesgos de congestión.









