La investigación, elaborada por Geotab Reino Unido, muestra cómo los transportistas comienzan a ver la inteligencia artificial como una aliada en la seguridad y el desarrollo profesional. Sin embargo, el estudio también evidencia un equilibrio delicado entre la innovación tecnológica y la protección de la privacidad.
Entrenamiento en tiempo real, sí. Grabaciones almacenadas, no.
Según el informe, el 91 proc. de los conductores encuestados afirmó que se sentiría más cómodo con un entrenamiento de audio instantáneo basado en el análisis en tiempo real de video en cabina, en lugar de permitir que las imágenes se graben y almacenen para su revisión posterior.
Este hallazgo refleja una tendencia clara hacia soluciones en vivo que aporten valor inmediato al conductor, sin generar preocupación por un posible uso indebido del material grabado.
Privacidad frente a protección
El estudio subraya un dilema clave en la digitalización del transporte: privacidad versus protección. Aunque el 87 proc. de los conductores expresó inquietud por la presencia de cámaras en la cabina, una abrumadora mayoría —el 97 proc.— aceptaría la tecnología si los videos pudieran usarse para demostrar su inocencia en caso de colisión.
Las preocupaciones se centran en cómo podrían utilizarse las grabaciones. Aproximadamente un tercio de los encuestados teme que las imágenes puedan sacarse de contexto o emplearse en su contra en procedimientos disciplinarios (ambos con un 34 proc.), mientras que el 32 proc. mencionó la seguridad de los datos como su principal inquietud.
Reino Unido, más receptivo que el resto de Europa
A pesar de las reservas, los conductores británicos parecen más abiertos a la tecnología de entrenamiento con IA que sus colegas del continente. Entre los siete países europeos analizados, el Reino Unido lidera con un 35 proc. de conductores que consideran el entrenamiento basado en cámaras de tablero como una herramienta útil para la seguridad vial y el desarrollo profesional.
Este resultado sugiere que el mercado británico podría convertirse en un laboratorio de adopción temprana de soluciones de inteligencia artificial aplicadas al transporte por carretera, especialmente en un entorno donde la eficiencia, la seguridad y la formación continua son prioridades crecientes.
Hacia una nueva cultura tecnológica en el transporte
La encuesta, que recogió las opiniones de más de 3.500 conductores profesionales en toda Europa, pone de relieve un cambio de mentalidad en la industria. La IA ya no se percibe solo como un mecanismo de control, sino como una herramienta de apoyo y protección para los conductores.
Con una condición clara: la confianza.
Los transportistas parecen dispuestos a convivir con la tecnología en sus cabinas, siempre que la transparencia y la protección de datos estén garantizadas. En un sector que busca cada vez más eficiencia y seguridad, la inteligencia artificial podría convertirse en el nuevo copiloto de la carretera.