El nuevo sistema danés de peajes para camiones, en vigor desde principios de 2025, no solo ha revolucionado la manera de cobrar por el uso de las carreteras, sino que también ha generado una avalancha de sanciones. En tan solo medio año, las multas superan las previsiones iniciales y afectan, sobre todo, a las empresas extranjeras, con los transportistas polacos a la cabeza.
Una ola de sanciones sin precedentes
Según los datos preliminares de la empresa Sund & Bælt, operadora del sistema, las autoridades danesas imponen unas 1.200 multas semanales por el impago o pago incorrecto del peaje. Esto equivale a más de 62.000 sanciones al año. Sin embargo, la realidad ha superado las estimaciones: solo en el primer semestre se emitieron 37.000 multas, lo que proyecta un total de hasta 75.000 casos en 2025.
El golpe económico es severo. La Dansk Transport og Logistik (DTL), asociación nacional de transportistas, calcula que las sanciones por peajes no pagados alcanzarán 560 millones de coronas danesas (unos 75,1 millones de euros) en 2025. La situación se ha vuelto aún más crítica desde el 1 de julio, cuando la multa por no abonar el peaje se duplicó a 9.000 coronas danesas (aprox. 1.206 euros).
Transportistas extranjeros en el punto de mira
Aunque los camiones extranjeros representan menos del 25% del tráfico pesado en Dinamarca, concentran dos tercios de todas las sanciones.
Los transportistas polacos lideran las estadísticas: entre enero y junio recibieron 7.133 multas, de las cuales apenas 1.393 fueron pagadas. Esto significa que casi el 80% de las sanciones siguen pendientes.
Otros países de Europa del Este enfrentan problemas similares. Los rumanos acumularon 2.476 sanciones (solo 349 pagadas) y los búlgaros 2.240 multas, con apenas 434 abonadas. En comparación, la recaudación es más efectiva con los transportistas alemanes: de 4.307 multas, se pagaron 1.572.
Críticas al sistema y caos en los recursos
La DTL denuncia que el sistema funciona de manera excesivamente estricta y que el proceso de recurso es caótico e incoherente. Según la organización, se han dado casos en los que infracciones idénticas fueron anuladas en unos expedientes, pero confirmadas en otros.
“No debería ser así, que las multas se tramiten de forma individual cuando se trata del mismo error en el mismo lugar, que ha provocado decenas de sanciones en pocos días. Esto genera trabajo extra para todos: transportistas, autoridades, fiscalía y tribunales”, critica Ove Holm, jefe de política económica en DTL.
La organización también advierte de que la ejecución de sanciones a empresas extranjeras será un desafío. Holm recuerda los malos precedentes con las multas de estacionamiento impagadas por transportistas foráneos y teme una repetición de ese escenario.
Multas altas, eficacia dudosa
Las sanciones de 9.000 coronas suponen un golpe fuerte para las pequeñas y medianas empresas de transporte. Varias multas consecutivas por errores en el uso del sistema pueden traducirse en decenas de miles de zlotys en pérdidas.
No obstante, sin herramientas eficaces para hacer cumplir las sanciones fuera de sus fronteras, el sistema danés podría terminar afectando principalmente a las empresas locales, mientras que una parte de los transportistas extranjeros –entre ellos los polacos– podría evitar la responsabilidad real.