Tras el ataque, los contratos de petróleo Brent llegaron a aumentar más de 9 dólares por barril, alcanzando los 78,50 USD en pocas horas, antes de estabilizarse alrededor de 73 USD. Esta volatilidad se debe al temor de que Irán —uno de los mayores productores de crudo del mundo— pueda tomar represalias que afecten al flujo de petróleo global.
Un punto crítico es el estrecho de Ormuz, por donde transita aproximadamente el 20 % del petróleo mundial. Cualquier bloqueo o interrupción en esta vía elevaría drásticamente los precios de los carburantes, con consecuencias inmediatas para los transportistas.
Previsiones en España: el diésel podría superar los 2 €/l
Los analistas del sector energético anticipan que, si el conflicto se intensifica, el precio del barril podría alcanzar niveles de entre 120 y 130 USD, lo que en España podría traducirse en precios del diésel por encima de 2 €/l.
Aunque por ahora no se han producido bloqueos físicos en las rutas de suministro, el mercado ya está reaccionando con subidas especulativas. Esta situación representa una presión directa sobre los márgenes de las empresas de transporte por carretera.