Dos nuevas directivas de la UE, publicadas en noviembre de 2025, remodelarán la forma en que se emiten, renuevan y aplican las licencias de conducir en toda la Unión Europea. Los cambios afectan a los requisitos médicos, la validez de las licencias, las edades mínimas de acceso a diferentes categorías y la introducción de un permiso digital. Para los operadores de transporte, estas reformas son especialmente relevantes, ya que influyen directamente en la contratación de conductores, el cumplimiento normativo y los viajes transfronterizos.
Las reformas se dividen en dos textos:
Directiva (UE) 2025/2205 – la revisión principal, que cubre formación, requisitos médicos, validez de licencias, permisos digitales y edades mínimas.
Directiva (UE) 2025/2206 – centrada exclusivamente en las prohibiciones transfronterizas y el intercambio de información.
Aunque ambas fueron adoptadas simultáneamente, solo la Directiva 2205 introduce cambios sustanciales para las operaciones diarias del sector.
Una revisión profunda del sistema de licencias
La Directiva 2025/2205 supone la actualización más amplia del régimen europeo de licencias en más de una década. Introduce nuevos requisitos de formación teórica y práctica, moderniza los criterios médicos y ajusta los umbrales de edad. Entre los cambios más significativos está la posibilidad de que jóvenes de 18 años accedan a la categoría C a partir de 2029, siempre que completen la formación inicial del CPC. Esto pretende aliviar la escasez de conductores, permitiendo una incorporación más temprana con formación profesional reforzada.
La directiva también introduce un período de prueba de dos años para todos los conductores novatos, independientemente de la edad. Durante este periodo, los Estados miembros aplicarán sanciones más estrictas por alcohol al volante o por no usar cinturón de seguridad. Para los operadores que contratan conductores jóvenes, esto implica una supervisión más estrecha y programas de inducción más estructurados.
Los exámenes teóricos incorporarán contenidos actualizados, entre ellos:
– conciencia de ángulos muertos,
– funciones y limitaciones de los sistemas de asistencia,
– apertura segura de puertas en zonas urbanas,
– riesgos derivados de la distracción, especialmente del uso del móvil,
– protección de los usuarios vulnerables.
Los requisitos médicos también se modernizan. Los solicitantes o renovadores deberán someterse a evaluaciones de visión y función cardiovascular. Aunque algunos países podrán sustituir exámenes médicos por autoevaluaciones en coches y motocicletas, esta opción no estará disponible para conductores profesionales. Los Estados miembros también podrán reducir la validez de la licencia para los mayores de 65 años.
Las validez se armonizan:
– las categorías C y D mantendrán renovaciones cada cinco años,
– las licencias de coche y moto tendrán validez general de 15 años (o 10 años si también funcionan como documento nacional de identidad).
Otro cambio visible será la licencia de conducir digital de la UE, que se convertirá en el formato estándar. Sin embargo, las tarjetas físicas seguirán disponibles. Para el transporte internacional, esta digitalización debería agilizar los controles en carretera.
Refuerzo de la aplicación transfronteriza
La Directiva 2025/2206 tiene un alcance más limitado, pero un impacto crucial: garantizar que las prohibiciones de conducción graves sean reconocidas entre Estados miembros.
Si un conductor comete una infracción grave en otro país –como conducir ebrio, causar un accidente mortal o un exceso de velocidad con resultado fatal–, el país donde ocurrió la infracción deberá informar rápidamente al Estado que emitió la licencia. Este deberá decidir si reconoce la descalificación.
Con ello, se cierra la puerta a la práctica de “volver a casa” para evitar la sanción.
Calendario de aplicación
Los Estados miembros deberán transponer ambas directivas antes del 26 de noviembre de 2028, y las nuevas normas se aplicarán desde el 26 de noviembre de 2029. Algunos elementos, como el permiso digital, podrían aplicarse antes en determinados países.
Qué significa esto para los operadores de transporte
– Incorporación más temprana de conductores jóvenes con CPC.
– Actualización obligatoria de contenidos formativos.
– Mayor coherencia en sanciones transfronterizas.
– Posibles renovaciones más frecuentes para conductores de mayor edad.
– Controles en carretera más ágiles gracias a las licencias digitales.
Aunque el impacto final dependerá de cada país, la dirección está clara: más armonización, acceso más temprano a la profesión, aplicación más estricta y transición digital.



