Una nueva guía publicada esta semana por el Banco Mundial y la Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU) establece cómo los gobiernos pueden reformar el sector del transporte por carretera para abordar las emisiones, mejorar la seguridad y enfrentar la escasez de mano de obra. El informe destaca leyes obsoletas, una débil ejecución y malas condiciones laborales como barreras clave para los operadores alrededor del mundo.
Según la guía, camiones y autobuses emitieron 1.8 gigatoneladas de CO₂ equivalente en 2021, representando el 23% de las emisiones globales de transporte. Mientras que las emisiones totales de la UE se redujeron en un 30% entre 1990 y 2023, las de vehículos pesados aumentaron en un 30% en el mismo periodo. En 2022, las flotas registradas en EE.UU. produjeron 0.45 Gt de CO₂e, en comparación con 0.2 Gt en la UE.
El informe señala:
El transporte vial no se toma aquí de manera aislada, y los objetivos no siguen la sugerencia del IPCC de que el transporte debe descarbonizarse más rápido que otras industrias para mantenerse en la agenda de 1.5°C.”
La seguridad sigue siendo un desafío costoso
Los accidentes de tráfico continúan representando un riesgo importante para los transportistas. La Organización Mundial de la Salud estima que 1.19 millones de personas mueren cada año en accidentes de tráfico en todo el mundo. En EE.UU., los camiones y autobuses grandes representaron solo el 3.6–5.2% de la flota entre 1975 y 2021, pero estuvieron involucrados en el 10–14% de los accidentes mortales.
El impacto económico también es significativo: los accidentes le costaron a EE.UU. $340 mil millones en 2019, equivalente al 1.6% del PIB. A nivel mundial, los accidentes de tráfico representan aproximadamente el 3% del PIB, aumentando al 5% en países de ingresos bajos y medianos.
El informe subraya la necesidad de una formación consistente de conductores y mantenimiento de vehículos:
La seguridad vial es una preocupación seria para la industria del transporte por carretera. La capacitación en conducción segura para los conductores y el mantenimiento adecuado del vehículo son dos áreas clave donde la industria puede mejorar la seguridad vial para todos los usuarios de la carretera.”
Escasez de conductores y desequilibrio de género
La guía también destaca problemas estructurales en la fuerza laboral. Las mujeres representan menos del 13% de los trabajadores del transporte a nivel mundial, y solo el 6% o menos de los conductores de camiones en la mayoría de las regiones. En Europa, las mujeres constituyen el 16% de los conductores de autobuses y autocares, pero solo el 14% de los trabajadores de transporte terrestre en general.
Las duras condiciones de trabajo, la capacitación insuficiente y las oportunidades limitadas de desarrollo profesional dificultan que las mujeres construyan carreras a largo plazo en el transporte,” señala el informe.
Débil aplicación y corrupción
Los camiones sobrecargados y controles inconsistentes siguen siendo un problema en varias regiones. El informe es directo sobre las prácticas de aplicación:
En la práctica, todos ignoran las reglas, excepto cuando los oficiales de aplicación quieren favores de los camioneros.”
La efectividad de las estaciones de pesaje se ve socavada por la falta de financiamiento y fallos técnicos, mientras que los sistemas de predicción electrónica como el TIR-EPD en Rumania y Moldavia son citados como ejemplos de progreso.
Medidas de apoyo y renovación de flotas
La UE ha revisado recientemente su Reglamento de Minimis, elevando el límite de ayuda estatal a pequeña escala para los transportistas de €200,000 a €300,000 durante tres años. Estos fondos pueden ser utilizados para exenciones fiscales, depreciación acelerada y exenciones de tarifas de registro. La guía también señala la modernización de camiones diésel con sistemas eléctricos o de hidrógeno como una estrategia potencial, aunque los costos de inversión siguen siendo altos.
Llamado global a la reforma
La guía de reforma, desarrollada con el Programa de Política de Transporte de África del Banco Mundial, insta a los gobiernos a adoptar un enfoque cooperativo con la industria. Nicolas Peltier, Director Global de Transporte del Banco Mundial, dijo que la guía está destinada a ayudar a las autoridades públicas a “crear redes de transporte vial seguras, menos contaminantes e inclusivas en todas partes del mundo.”
Vincent Erard, Director Senior de Estrategia y Desarrollo de la IRU, enfatizó que los gobiernos deben trabajar con los operadores:
Esta nueva guía ayudará a los gobiernos a trabajar de cerca con el sector privado para construir reformas sistémicas que creen un entorno habilitador para impulsar cadenas de suministro y redes de movilidad más seguras, verdes y eficientes.”
Además, el informe resalta que la falta de parques de estacionamiento seguros para camiones contribuye a los desafíos operativos que enfrentan los conductores. Esta situación no solo afecta la seguridad y el bienestar de los transportistas, sino que también tiene implicaciones económicas para la industria del transporte.
Los recientes avances en tecnología y camiones autónomos también deben considerarse dentro del contexto de las reformas necesarias para modernizar el sector y reducir su impacto ambiental. La automatización podría ser una solución a la creciente escasez de conductores y a las altas tasas de accidentes, ofreciendo una alternativa más segura y eficiente.