El Decreto Legislativo n.º 73 fue publicado en el Boletín Oficial italiano el 21 de mayo del presente año y entró en vigor al día siguiente. Este decreto de infraestructura introduce “medidas urgentes en materia de infraestructura y transporte”.
100 euros por cada hora o fracción de hora de espera superior a 90 minutos
Uno de los elementos clave del decreto es la introducción de una compensación obligatoria y automática de 100 euros por cada hora completa o fracción de hora de espera que supere los 90 minutos durante las operaciones de carga o descarga de camiones. Anteriormente, la legislación preveía una indemnización de solo 40 euros por superar las 2 horas.
La compensación se aplica independientemente de si en el contrato se especifica un plazo determinado para las operaciones de carga o descarga, siempre que el retraso no sea atribuible al transportista. Además, se tendrá derecho a indemnización incluso si el contrato establece un tiempo inferior a 90 minutos y este se supera, aunque no se alcance el umbral legal.
El importe de la compensación será revalorizado anualmente en función del índice de precios al consumo ISTAT FOI (para hogares de trabajadores manuales y no manuales).
Presencia del conductor y responsabilidad durante la carga
Las nuevas normas también imponen la obligación de permitir al conductor del camión supervisar el proceso de carga. Esta medida es clave no solo para la seguridad vial, sino también para determinar responsabilidades en caso de una sujeción inadecuada de la carga.
Responsabilidad solidaria e información obligatoria
El pago de la compensación será responsabilidad solidaria tanto del remitente como del cargador, con la posibilidad de reclamar posteriormente a la parte realmente responsable. Asimismo, el remitente y el destinatario estarán obligados a proporcionar al transportista información precisa sobre el horario y lugar de las operaciones de carga y descarga. En caso de no disponer de estos datos, el transportista podrá utilizar como prueba los datos de geolocalización del vehículo o los registros del tacógrafo inteligente de segunda generación.
Sanciones por retrasos en los pagos
El legislador italiano ha decidido combatir la práctica generalizada de retrasar los pagos en el sector, muchas veces reforzada por relaciones contractuales desiguales entre transportistas y clientes. La modificación del Decreto n.º 112/2008 introduce una disposición revolucionaria: la negativa reiterada al pago puede considerarse un abuso de dependencia económica y conllevar importantes sanciones administrativas.
Según las nuevas normas, si un cliente no paga al transportista lo adeudado –tanto por la realización del transporte como por el tiempo de espera– y estas acciones se dan en un contexto de dependencia económica, la Autoridad Garante de la Competencia y del Mercado (AGCM) podrá iniciar un procedimiento. Si se determina el abuso, la empresa infractora podrá ser sancionada con una multa de hasta el 10 % de su facturación anual.
Por primera vez, la legislación italiana vincula los retrasos en los pagos en el sector del transporte a un mecanismo de sanción pública, y no solo a vías civiles de reclamación. Para los transportistas, esto supone un fortalecimiento significativo de su posición frente a grandes clientes.
El procedimiento no es automático
Cabe destacar que el procedimiento ante la AGCM no se inicia de oficio. Requiere la presentación de una denuncia debidamente motivada, respaldada por documentación que demuestre tanto la existencia de una dependencia económica como la reiteración de comportamientos indebidos. En la práctica, esto implica que las empresas de transporte deben contar con herramientas para monitorizar sus relaciones contractuales, tanto desde el punto de vista operativo como jurídico-formal.
Plazos de pago sin cambios, pero con mayor presión
La reforma no modifica los plazos de pago vigentes. Se mantiene el plazo legal de 30 días para el pago de servicios de transporte, ampliable a 60 días solo en casos justificados y mediante acuerdo escrito. Sin embargo, la introducción de sanciones con un fuerte efecto disuasorio podría reducir significativamente los retrasos, especialmente entre los grandes clientes.