A partir del 18 de septiembre de 2025, entra en vigor en Hungría una nueva ley que amplía el principio de responsabilidad objetiva. Si durante una inspección remota el sistema detecta cinturones de seguridad desabrochados, la sanción se impondrá no al conductor, sino al usuario del vehículo, lo que en la práctica significa el transportista. Esto supone un cambio significativo para la industria del transporte – aunque hay una forma de transferir la multa al infractor real.
¿Cuáles son las nuevas tarifas de las multas?
Las nuevas normativas provienen del decreto gubernamental 272/2025 (VIII.18.) y prevén las siguientes multas por no abrocharse el cinturón de seguridad:
- 20,000 forint (aprox. 50 euros) – en áreas urbanas,
- 30,000 forint (aprox. 75 euros) – fuera de áreas urbanas,
- 40,000 forint (aprox. 100 euros) – en autovías y autopistas.
Las cantidades son idénticas a las impuestas actualmente durante inspecciones realizadas directamente por la policía.
¿Qué cambia para las empresas de transporte?
Hasta ahora, las multas se imponían principalmente a los conductores, pero muchos procedimientos terminaban en fracaso – debido a la negativa a identificar al infractor. Ahora las autoridades están trasladando la responsabilidad a las empresas.
Si un conductor de camión no se abrocha el cinturón de seguridad, la empresa recibirá la multa. Sin embargo, el transportista tiene una opción de defensa: si prueba – por ejemplo, a través de una carta de porte – quién estaba conduciendo el vehículo en ese momento, la sanción puede transferirse al conductor.
En el caso de vehículos alquilados, la responsabilidad recae en el arrendatario, es decir, la empresa que utiliza el vehículo.
¿Cómo será la inspección?
La policía podrá utilizar no solo patrullas tradicionales sino también tecnologías modernas – sistemas VÉDA, cámaras fijas o incluso drones. Esto aumenta significativamente la probabilidad de detectar infracciones.
¿Por qué el gobierno decidió el cambio?
Según la justificación, el uso de cinturones de seguridad en Hungría sigue siendo menor que el promedio de la UE. Las autoridades esperan que multas más estrictas y un cumplimiento más sencillo impongan una mayor disciplina y ayuden a reducir el número de lesiones graves en accidentes de tráfico.