El proyecto incluye más de 1 500 actividades de adaptación ya completadas y otras 1 000 programadas hasta 2027. Estas inversiones, cofinanciadas por Maersk y los propietarios de los buques, están diseñadas para mejorar la eficiencia energética, aumentar la capacidad de carga y reducir tanto el costo por espacio como las emisiones.
Entre las modificaciones más frecuentes se encuentra el reemplazo de hélices y proas bulbosas, una intervención que optimiza el flujo de agua alrededor del casco, disminuye la resistencia y mejora el rendimiento hidrodinámico.
Innovaciones técnicas para un transporte más sostenible
Las medidas adicionales incluyen la instalación de dispositivos Pre-Swirl que maximizan la eficiencia del empuje, sistemas de recuperación de calor residual de los motores auxiliares para reducir el uso de combustible en calderas, y generadores de eje que disminuyen el consumo de los motores auxiliares durante la navegación.
Muchos de estos barcos fueron diseñados y construidos en una época en que los buques portacontenedores navegaban generalmente a velocidades más altas”, explica Anda Cristescu, Jefa de Fletamentos y Nuevas Construcciones en Maersk. “Existe un gran potencial de eficiencia en el reemplazo de hélices y bulbos, optimizados para esas velocidades, por versiones adaptadas a los perfiles de operación actuales.”
Aumento de capacidad y seguridad operativa
Maersk señala que las adaptaciones también mejoran la capacidad de carga y la operatividad de los buques mediante cambios estructurales, como la elevación de puentes de amarre, la modificación de las casas del timón para una mejor visibilidad, el refuerzo del peso muerto para permitir calados más profundos y la modernización de los sistemas de amarre y las computadoras de carga.
Estas mejoras no solo aumentan la eficiencia, sino que también prolongan la vida útil de los buques y refuerzan la seguridad de las operaciones en condiciones marítimas exigentes.
Eficiencia a corto plazo antes de la transición energética completa
Aunque Maersk mantiene su compromiso de alcanzar emisiones netas cero en todas sus operaciones para 2040, este programa de adaptación se centra en obtener reducciones significativas a corto plazo, aprovechando las oportunidades de mejora existentes en su flota actual.
Optimizar el rendimiento de los buques de esta manera es una herramienta poderosa para lograr reducciones inmediatas de emisiones antes de la transición completa hacia combustibles verdes”, afirma Ahmed Hassan, Jefe de Estrategia de Activos y Asociaciones Estratégicas de Maersk.
Parte de una estrategia climática más amplia
El programa forma parte de la estrategia integral de descarbonización de Maersk, que combina inversiones en nuevos buques preparados para combustibles verdes con la modernización de los activos existentes, avanzando así de manera tangible hacia los objetivos climáticos establecidos para 2030 y 2040.
Con este plan, Maersk refuerza su posición como líder global en la transición hacia un transporte marítimo más eficiente, competitivo y respetuoso con el medio ambiente.