El 1 de septiembre de 2025, entró en vigor el Reglamento de la UE 2024/197, que podría revolucionar las operaciones de muchas empresas de transporte en Europa. Los cambios, aunque motivados por preocupaciones medioambientales, significan enormes costos y nuevas obligaciones para los transportistas. Las mayores preocupaciones las expresan los transportistas italianos, asociados en FAI, que han apelado por una moratoria.
Transportistas bajo el régimen ADR
Las nuevas normativas clasifican ciertas mezclas sólidas que contienen plomo (por ejemplo, latón, conectores, tuberías) como materiales peligrosos para el medio ambiente bajo el código de la ONU 3077. Esto significa la plena inclusión de estos bienes bajo el régimen ADR, con todos sus requisitos: clasificación, etiquetado y procedimientos de transporte.
El impacto de este cambio no se limita exclusivamente al sector químico. También afecta a sectores industriales clave, como la metalurgia, la producción de válvulas y componentes técnicos. Las regiones altamente industrializadas como Lombardía o Veneto se verán particularmente afectadas.
FAI advierte sobre parálisis
Según el análisis de FAI, los cambios introducidos por el Reglamento Delegado 2024/197 causarán dificultades significativas para las empresas de transporte. Cada empresa que transporte productos que contengan plomo tendrá que:
- nombrar un asesor ADR,
- adaptar la flota a los requisitos (contenedores sellados, marcajes, extintores, etc.),
- formar a los conductores y dotarlos de un certificado de competencia (C.F.P. – el llamado ADR),
- desarrollar instrucciones de seguridad,
- realizar adaptaciones técnicas de los vehículos.
Estos no son cambios cosméticos, esto es una revisión operativa completa que requiere tiempo y recursos financieros.
Esto podría detener toda la logística relacionada con el procesamiento de latón y otras aleaciones que contienen plomo,” advierte la Secretaria General de FAI, Carlotta Caponi.
¿Moratoria como oportunidad para adaptarse?
Ante la urgencia de la situación, FAI ha abordado al Ministerio italiano de Infraestructura y Transporte con una solicitud para introducir una moratoria. La Federación argumentó que sin tiempo adicional, las empresas no podrán adaptarse a las nuevas normativas, lo que podría llevar a interrupciones en la producción y la logística.
El sindicato también planteó la cuestión de campos de juego desiguales: no todos los países de la UE tienen la intención de hacer cumplir las nuevas regulaciones con la misma severidad, lo que amenaza con interrumpir la competencia en el mercado común.
La introducción de nuevas normativas muestra cuán fuertemente las regulaciones ambientales pueden afectar las operaciones de transporte por carretera. Aunque la intención de la UE es proteger el medio ambiente, los efectos pueden sentirse principalmente por las pequeñas y medianas empresas de transporte. Los requisitos ADR para productos que anteriormente se consideraban neutros representan grandes desafíos para la industria.
FAI no niega la necesidad de transformación, pero enfatiza la necesidad de un enfoque pragmático. Una moratoria temporal estaba destinada a evitar la parálisis del sector y mantener la continuidad en los suministros industriales. Sin embargo, no se introdujo.