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Según la decisión del Ministerio de Transportes, la variante de Alicante (Murcia) de la AP-7 será gratuita un año más, es decir, hasta el 15 de febrero de 2026. El Gobierno trabaja ya en la supresión definitiva de los peajes en este tramo de la autopista.
En la circunvalación de Alicante no se cobra peaje desde julio del año pasado. Con esta medida se pretendía trasladar el tráfico pesado y de largo recorrido de la autopista A-70 a la circunvalación, que no se utiliza, para mejorar la seguridad. También se pretendía reducir las emisiones fomentando el uso de la infraestructura existente.
La resolución de la Secretaría General de Transportes Terrestres por la que se prorroga la exención de peaje entra en vigor el domingo 16 de febrero de 2025 tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Autoriza a la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seitt), que gestiona la autopista, a aplicar la nueva exención.
Menos atascos en la A-70
En los cinco primeros meses de la supresión de los peajes en la circunvalación de Alicante, el Ministerio de Transportes realizó un análisis del tráfico. Los resultados confirmaron que contribuía a reducir la congestión del tráfico en la A-70.
En otoño, de septiembre a noviembre de 2024, se produjo una reducción de los atascos de entre el 19% y el 34% en las horas de tráfico ligero y de entre el 18% y el 43% en las horas punta.
Durante los meses de verano de julio y agosto, la supresión del peaje de la AP-7 tuvo resultados más favorables, con una reducción de los atascos del 64-74% durante las horas de tráfico moderado y del 69-74% durante las horas punta.
La reducción de la congestión se asocia a una reducción significativa del consumo de combustible y, por tanto, de las emisiones de CO2 y contaminantes. El Ministerio calcula que las emisiones se han reducido un 14% en dirección sur y un 24% en dirección norte, gracias a que se ha evitado arrancar y parar el motor de los coches.
En cuanto a la mejora de la seguridad vial, el ministerio ha observado una reducción de la dispersión de la velocidad de los vehículos que circulan por la carretera A-70, lo que supone una velocidad más uniforme, que a su vez se traduce en una menor probabilidad de accidentes.