El accidente ocurrió el 15 de noviembre de 2023 en la calle Statendamweg de Oosterhout. El conductor profesional del camión giraba a la izquierda hacia una zona industrial, cruzando un carril de circulación y una vía ciclista de doble sentido. No cedió el paso a un motorista de 25 años que circulaba en línea recta. El impacto fue fatal: el joven murió en el acto.
Las investigaciones revelaron que el conductor utilizaba constantemente su teléfono móvil mientras conducía: participaba en una videollamada y, justo antes del accidente, enviaba mensajes a través de WhatsApp.
El tribunal: negligencia y falta de atención excepcionales
El tribunal Rechtbank Zeeland-West-Brabant de Breda declaró al conductor, de 32 años, culpable de causar un accidente mortal por grave negligencia. En la sentencia se lee:
Ha quedado legal y convincentemente probado que el acusado utilizó el teléfono mientras conducía y no mantuvo la debida atención. Su comportamiento fue extremadamente descuidado e irresponsable, teniendo en cuenta las consecuencias que puede acarrear tal falta de concentración.”
El tribunal subrayó además que “una videollamada requiere incluso más atención que una conversación con manos libres”, lo que hace que la conducta del conductor sea especialmente reprochable.
Falta de arrepentimiento y reflexión
Durante el juicio, el conductor insistió en que no había hecho nada malo. El tribunal observó que “el acusado no percibe el peligro que él mismo creó y sigue intentando justificar su comportamiento, a pesar de que su acción provocó la muerte de una persona.”
Según la jueza R.H.M. Pooyé, miembro del tribunal, esta actitud agrava la gravedad de la falta, ya que demuestra una ausencia total de comprensión sobre las consecuencias de sus actos.
La sentencia y su significado
El tribunal de Breda condenó al hombre a seis meses de prisión y a una prohibición de conducir vehículos motorizados durante tres años. La fiscalía había solicitado la misma pena de prisión, pero con una prohibición de conducción más larga, de cinco años.
En la justificación, el tribunal destacó que los conductores profesionales deben cumplir un estándar más alto de prudencia, experiencia y conciencia del riesgo. Los jueces señalaron que comportamientos de este tipo “socavan la confianza pública en los conductores profesionales y ponen en peligro la seguridad de todos los usuarios de la vía.”
En la cabina de un camión no hay lugar para una pantalla
El caso de Oosterhout es una nueva prueba de que unos segundos de distracción pueden decidir entre la vida y la muerte. La tecnología, que en muchos aspectos facilita la vida diaria, puede convertirse en una amenaza mortal al volante de un camión.
Muchos conductores admiten que “solo echan un vistazo” a la pantalla. Sin embargo, esta sentencia demuestra que incluso una breve distracción visual puede terminar en tragedia. Para los tribunales europeos, cada vez con más frecuencia, esto basta para imponer sanciones severas.











