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Foto: Guardia Civil/ la foto ilustrativa

Medio millón de euros en pérdidas y falsos transportistas: la Guardia Civil desmantela una red criminal

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La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal que se hacía pasar por transportistas para apropiarse de mercancías de alto valor. Los delincuentes operaban en varias provincias españolas y las pérdidas para las empresas del sector superan el medio millón de euros. La operación “Kurume” confirma la creciente amenaza que, en julio, ya había denunciado Fenadismer.

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En julio de este año, la federación española de transporte Fenadismer alertaba sobre un aumento preocupante de los casos de suplantación de identidad de transportistas. Según datos de TAPA, este tipo de incidentes representan ya el 1,5 % de todos los robos de mercancías en Europa.

El modus operandi es cada vez más sofisticado: los ciberdelincuentes acceden a cuentas de correo electrónico de empresas de transporte o crean direcciones falsas muy similares a las legítimas. De este modo logran contratar servicios de transporte y recoger la carga en puntos de expedición utilizando documentación falsificada. El fraude se detecta cuando la mercancía ya ha desaparecido.

Operación Kurume: éxito de la investigación

La investigación comenzó en septiembre de 2023, cuando se detectaron las primeras estafas a empresas de logística en Guadalajara. El grupo criminal conseguía hacerse pasar por transportistas reales, contrataba portes de mercancías de alto valor y, tras la recogida, desaparecía sin efectuar la entrega.

Hasta el momento, se han detenido a tres personas en Betxí y Godelleta (provincia de Valencia). En los registros realizados, los agentes incautaron documentación falsificada, material sustraído y 11.700 euros en efectivo. Además, localizaron tres semirremolques y una cabeza tractora en Burriana que habían sido utilizados en los delitos.

Según fuentes de la investigación, los delincuentes empleaban matrículas falsas y documentos manipulados vinculados a empresas legítimas, lo que dificultó notablemente el trabajo policial. El valor de las mercancías robadas ronda el medio millón de euros.

La operación, llevada a cabo por el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Sigüenza con apoyo de unidades de Valencia, Burriana y Requena, continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones ni conexiones con otros hechos similares.

Un patrón que se repite en el sector logístico

Este caso se suma a una serie de fraudes detectados en los últimos años en el transporte español. Desde ataques informáticos contra plataformas logísticas hasta estafas en portales de contratación online, donde organizaciones criminales suplantaban la identidad de operadores legítimos.

Fenadismer insiste en la necesidad de reforzar la seguridad documental y digital en un sector donde la gestión de información se realiza cada vez más de forma telemática. Para los transportistas y cargadores, la verificación rigurosa de la identidad de los interlocutores ya no es una recomendación, sino una condición indispensable para reducir riesgos.

Una amenaza doble: carretera y ciberespacio

La operación Kurume vuelve a poner de relieve que las amenazas para el sector TSL no se limitan a la carretera. El ciberespacio y la gestión digital de contratos se han convertido en un terreno fértil para el crimen organizado.

El éxito de la Guardia Civil en este caso ofrece un respiro, pero también un recordatorio: sin mayor inversión en seguridad y colaboración entre empresas y autoridades, las redes criminales seguirán encontrando brechas para atacar la cadena de suministro.

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